Vivir una crisis financiera siendo millennial
La juventud es el periodo en medio de dos etapas básicas de la vida, la niñez y la vejez. Es en este camino donde nos abrimos paso hacia lo que queremos hacer en nuestras vidas.
Establecemos nuestras carreras, forma de vida, un hogar, lograr nuestras metas y sueños. En fin, empezamos a diseñar nuestro destino.
Sin embargo, quienes pertenecemos a la generación millennial estamos sufriendo muchas desilusiones en medio de una crisis financiera.
La razón de esta desilusión es que nunca vemos una seguridad económica que nos garantice ese futuro que tuvieron nuestros padres y abuelos.
Cada año nuestros sueldos se devalúan. Vivimos en constante amenazas de desempleo, pago de impuestos excesivos, nuestros ahorros en el banco se los come la inflación, etc.
La inseguridad que provoca el desempleo es un gran obstáculo para el ascenso de nuestras carreras, debido a las varias crisis financiera que como millennial ha tocado vivir.
También nos ha tocado pagar los impuestos que beneficiaran a los que se están jubilando ahora, por lo que dudo que cuando nos toque jubilarnos tendremos una cuota de pensión digna (si es que queda algo de esos fondos ya que el estado los ha estado tomando para salvar a los banqueros).
El impacto económico para los millennials
En España se hizo un informe donde se señala que la tasa de ocupación laboral entre jóvenes ha caído un 33%. En un primer estudio concluyó que los jóvenes fueron quienes sintieron el impacto mas intenso del paro económico causado por el confinamiento debido a la pandemia.
La pandemia ha provocado el cierre de muchos puestos de trabajo que ya desde antes venia ocurriendo. Las principales desventajas para los millenials es el bajo salario, empleos temporales y situaciones de precariedad en los mismos.
La mayor amenaza de la crisis financiera es hacia aquellos sectores donde hay mayor empleomanía para un millennial. Los llamados sectores minoristas no esenciales como hoteles, restaurantes, centros de diversión y culturales, entre otros.
Este tipo de situaciones crea un malestar y sentimientos de desesperanza donde nos vemos en un callejón sin salida y donde optamos, en muchos casos, en emigrar hacia aquellos lugares donde la crisis sanitaria y económica no ha causado gran impacto.
Aunque si se debe recalcar que hay empleos que permiten el trabajo remoto y que no se vio tan afectado con la crisis, como informáticos, servicio al cliente inbound/outbound, financieros, etc.
Aunque ese tipo de trabajo creo una brecha para los países de tercer mundo donde no hay mucha regulación en el código laboral para el teletrabajo y que permitió a una que otra empresa excederse del horario trabajo y obligar a los empleados a trabajar hasta 12 horas. He sabido de casos donde se enviaba trabajo después de las 11 de la noche.
Lo cierto es que muy pocas personas estaban preparadas para trabajar desde el hogar y las distracciones del día en la casa fue de poca ayuda para una buena productividad.
La buena noticia es que ya en muchos lugares se está retornando y normalizando de forma presencial los lugares de trabajo.
Ante esta crisis financiera, ¿Qué debe hacer el millennial?
La creatividad y el ingenio ha jugado un rol decisivo para hacerle frente a la crisis financiera que estamos viviendo.
Las redes sociales, por ejemplo, esta siendo utilizada por miles de jóvenes como una forma de trabajo independiente que les genera ingresos.
Ya sea produciendo contenido para las diversas plataformas, tiendas online, cursos, talleres educativos, hay de todo.
Otros han optado por especializarse en ciertas áreas como la programación web, análisis de datos, diseño gráfico, community manager, voz en anuncios publicitarios y otras áreas más.
Es decir, no solo debemos sentarnos a lamentarnos de no tener un trabajo, sino como diseñadores de nuestro destino, podemos hacer un cambio de paradigma.
Si eres escultor o pintor paisajista, puedes vender tu arte a través plataformas de redes sociales orientadas a la imagen como Pinterest o Instagram.
Solo hay que tener dos ingredientes esenciales: motivación y perseverancia. Lo demás vendrá por añadidura.
Estamos en medio de una tormenta, pero en algún momento saldrá el sol. Y para cuando eso suceda es mejor estar de pie y con parte del camino recorrido.