Existen varios enfoques en los cuales las personas quieren iniciar un negocio.
Uno de ellos es el entusiasta. Si, aquel que esta emocionado con su idea y arriesga todo por ello, porque es muy genial, es grandiosa, es única, es… es…
El otro es el analítico. Es el que ya tiene una educación formal en los negocios y analiza en cuál mercado va a incursionar.
No piensa en las necesidades de sus clientes. Solo les interesa ganarse un mercado y obviamente obtener jugosas ganancias.
Ambos enfoques tienen el mismo punto de partida, interés personal.
El éxito de un negocio depende en gran medida en cómo satisfaces las necesidades de tus clientes.
Y esas necesidades se traducen en:
Estamos pasando por tiempos cada vez más complejos.
Y de la misma manera los requerimientos de los clientes van evolucionando, son más exigentes porque saben lo que quieren.
Por ejemplo, ahora necesitamos tener mejores herramientas para hacer nuestro trabajo y de este modo tener tiempo para nuestra familia, hobbies, socializar, viajar, etc.
Lo anterior es una necesidad.
Una solución puede ser crear aplicaciones de productividad o de automatización de procesos.
O una agencia donde el cliente puede contratar algunos servicios para que se realicen de manera externa.
Y esas soluciones todas, o casi todas, están orientadas hacia la tecnología.
La tecnología tiene sus aspectos positivos y aspectos negativos, pero en este articulo nos enfocamos sólo en la parte positiva.
Cada vez estamos más ocupados y eso significa una mayor búsqueda de escape hacia el entretenimiento, salud y socialización.
Por esa razón es de suma importancia ofrecer soluciones basados en una estructura tecnológica que no necesariamente tiene que ser compleja.
Hay herramientas tan sencillas para trabajar como una tabla de Excel.
Cada necesidad tiene una solución. Es importante identificar cuál es la necesidad de tus clientes y qué tienes tú para ofrecer.
Qué herramientas manejas, o si prefieres ser autodidacta, puedes optar por aprender por tu cuenta.
En los inicios nos toca aprender de todo, desde crear una web hasta aprender a diseñar promoción para las redes.
El punto clave es no tener miedo y atreverse. Por lo tanto, si tenemos tantas facilidades de acceso a aplicaciones digitales gratuitas o de pago, ¿por qué no aprovecharlas?
Nos facilitan bastante el trabajo.
Los procesos manuales requieren mucho tiempo y tienen un mayor margen de error.
Significa que, aunque funcionen, no tienen la capacidad para responder a las demandas actuales.
Sin embargo, al inicio puede funcionar. A medida que pasa el tiempo y la demanda se eleve, hay que migrar hacia las herramientas digitales.
Todos los procesos desde la logística, facturación, servicio al cliente, etc., tienen productos digitales especializados y dedicados.
De esta manera puedes ahorrar tiempo, dinero y tener mas espacio para tus intereses personales y familiares.
Es importante conocer las herramientas digitales que vayas a utilizar y si es factible para tu negocio.
Porque puede ser el software más potente, pero si tus procesos son simples sería un gasto de recursos innecesarios.
La herramienta debe ser de acuerdo con lo que necesites para empezar. En caso de que vaya ocurriendo una expansión del negocio, entonces si hay que pensar en mejores opciones.
Ahora mismo hay personas que manejan sus negocios a través de un teléfono móvil. Los tiempos cambian y tenemos que adaptarnos.
Y si podemos simplificarnos la vida con herramientas que puedan acortar el tiempo y mejorar la calidad del trabajo, no hay mejor opción que aprovecharlas.
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